Entrada polizón | Leer mucho, leer poco... ¿Mejor lector?

¡Buenas tardes, tripulantes! 

¿Me echabais de menos? En mi defensa por la fortuita desaparición de ese último mes, puedo afirmar que durante ese periodo mi tiempo ha sido una batalla constante para encontrar media horita libre, al igual que muchos de vosotros. Universidad, trabajo, rutina... la tranquilidad del verano ya ha terminado definitivamente. Pero no os preocupéis, ¡prometo estar más a menudo por aquí! Primero de todo, me gustaría agradeceros los premios que me habéis dejado durante noviembre (cuatro, si no recuerdo mal, que bien sienta que se acuerdan de ti :D ) que no podre cumplir, pero que os  agradezco de todo corazón. 

Con CC de Chris

Si tengo que ser sincera, durante ese mes no he leído NI UN libro literario. Ese resultado ha sido debido a la escasez de tiempo y al aumento de cansancio. Cada vez que pensaba en ello me sentía culpable por tener abandonados a mis pequeños libritos. Pero al largo de ese mes me he dado cuenta de una cosa muy importante, que nunca deberíamos perder de vista: Leer es una afición. 

Leer literatura, a menos de que trabajes en ello o lo estudies, es una afición para relajarte y desconectar. Últimamente he visto en numerosos wrap ups caritas tristes por haber leído solo un o dos libros. ¿Hay algún problema en ello? ¡Claro que no! Leer más no significa disfrutar más, y a partir del momento en que uno deja de disfrutar con la lectura para poder decir que ha leído más libros, algo va mal. 

En muchas ocasiones quien tiene un blog, se ha obligado a leer más de lo normal para poder publicar esa reseña o esa entrada a tiempo. Sí, yo también he pecado de eso. Yo lo hago, tú lo haces y todos lo hacemos. Pero aquí entra en juego mi pregunta: ¿Qué sentido tiene obligarse a leer si uno lo hace para disfrutar? No es mejor el que lee 250 libros al año al que lee veinte o cinco o dos. Las "competiciones" que existen en algunas webs para ver quien lee más no nos deberían sacar de quicio. De igual manera que, en mi opinión y no me lo negareis, son infundadas, ya que no es lo mismo leer una novela juvenil corta que La divina comedia. Por ese motivo, desde esa entrada declaro que competir por ver quien lee más es, cuanto menos, irracional. 

Pasando a otro aspecto relacionado con el tema. A todos nos gusta seguir retos y a veces tenemos infinidad de ellos en nuestro blog, que nunca podemos cumplir. Yo misma, otra vez pecadora, tengo dos retos: El Reto de Rory Gilmore de Andy Walker y el Reto Haruki Murakami de Isa. Ahora mirándolo con perspectiva, ya doy por seguro que no podré terminarlos. ¿Por qué? Primero, cada libro tiene su momento y uno no se puede obligar a leer según que libro en según que momentos. Quizás cuando decidí inscribirme en el reto me hacía muchísima ilusión leer los libros propuestos, pero cuando los abres para empezar, notas que no es para ahora. Segundo, al pautar un tiempo, inconscientemente lo marcamos como una obligación, y eso puede afectar a nuestra motivación lectora. ¡Claro que es satisfactorio proponerse un reto y superarlo, pero no nos vayamos a matar con un reto imposible!  

En conclusión, una afición, como la lectura, es para disfrutarla. A partir del momento en que te sientes obligado a leer (para mantener tu blog actualizado, por ejemplo), se rompe la diversión y la complicidad entre el autor y el lector. No os sintáis mal si estáis cansados y no tenéis ganas de leer. Si asociáis una sensación negativa con algo que os gusta, terminareis por odiarla. Además, ¡tened en cuenta que no es mejor lector quien lee más, sino quien disfruta más haciéndolo!